domingo, septiembre 23, 2007

Walt Whitman - Oh Capitán, mi Capitán

En el mundo de habla hispana no es muy conocido a nivel popular el americano Walt Whitman, salvo por haberse citado en la película "El Club de los poetas muertos".

La ruda realidad que nos transmite Whitman, pero con un lenguaje lleno de emociones, de vivencias, de sentimientos, merece que le hagamos un hueco en Ciudad Poesía para que podamos paladear sus versos como si de un vino viejo se tratase, lleno de aromas y de recuerdos.



Oh Capitán, mi capitán!!

Oh Capitán, mi Capitán:
nuestro azaroso viaje ha terminado.
Al fin venció la nave y el premio fue ganado.
Ya el puerto se halla próximo,
ya se oye la campana
y ver se puede el pueblo que entre vítores,
con la mirada sigue la nao soberana.

Mas ¿no ves, corazón, oh corazón,
cómo los hilos rojos van rodando
sobre el puente en el cual mi Capitán
permanece extendido, helado y muerto?

Oh Capitán, mi Capitán:
levántate aguerrido y escucha cual te llaman
tropeles de campanas.
Por ti se izan banderas y los clarines claman.
Son para ti los ramos, las coronas, las cintas.

Por ti la multitud se arremolina,
por ti llora, por ti su alma llamea
y la mirada ansiosa, con verte, se recrea.

Oh Capitán, ¡mi Padre amado!
Voy mi brazo a poner sobre tu cuello.
Es sólo una ilusión que en este puente
te encuentres extendido, helado y muerto.

Mi padre no responde.
Sus labios no se mueven.
Está pálido, pálido. Casi sin pulso, inerte.
No puede ya animarle mi ansioso brazo fuerte.
Anclada está la nave: su ruta ha concluido.
Feliz entra en el puerto de vuelta de su viaje.
La nave ya ha vencido la furia del oleaje.
Oh playas, alegraos; sonad, claras campanas
en tanto que camino con paso triste, incierto,
por el puente do está mi Capitán
para siempre extendido, helado y muerto.

Walt Whitman



9 comentarios:

Unknown dijo...

Increible cada vez que leo a withman me dan ganas de salir corriendo a gritar por las calles, su poesía es como un rayo que te atraviesa y ya no eres el mismo

The Blog's Team dijo...

Gracias Ikapte por tu comentario.
Creí que solo me pasaba eso a mi!!!
Tiene tal fuerza su poesía, llega tan dentro, que genera un impulso tremendo.
Saludos

Alfonso Díaz Klatt dijo...

EXTRAORDINARIO POEMA EN HONOR A UN LÍDER, AHORA QUE SE HABLA TANTO DE LIDERAZGO, BIEN TODO EJECUTIVO HARÍA EN APRENDERSE DE MEMORIA ESTE POEMA, PUES ES ESO UN LIDER, LOGRAR HACER LLEGAR A LA META AL EQUIPO. AUN DANDO LA VIDA EN ELLO.

Alfonso M. Díaz Klatt

Rafael Valiente Ortiz dijo...

Es una maravilla, mi poeta de cabecera, lo descubrí hace muchos años leyendo a Lorca.__Poeta en New York.

Ramón Mendoza Ramírez dijo...

Fue lo mejor que nos ha regalado Whitman, SALUD WHITMAN, SALUD.

Unknown dijo...

Qué mala traducción. Demasiado, pero demasiado insolente la traducción.

Geovannybs dijo...

Que lindo todavía hay quienes leen poemas, y, como ikapte, producen en su vida un correr interno de felicidad y victoria. Gente linda, vivamos con firmeza sin esconder sentimientos, olvidemos de la barca y la tempestad, del viento y el silencio y vivamos sin temor a nada, y al fina, tranquilos, preparemos para el encuentro con aquellos que, como nosotros, enfrentaron la vida. Pero seamos fuertes y por nada del mundo adelantemos la partida, que el reloj de cada ha marcado el tiempo perfecto para ello y meter la mano es pecar contra el perfecto relojero que se encargo de marcar nuestra estancia en la barca.

Ana dijo...

¡Qué hermoso poema! Pero pienso que esta traducción no respeta las sencillas y hermosas palabras originales del autor. Me parece demasiado rimbombante esta versión en español. Qué lástima! De todas maneras, gracias por traerlo a su blog para los amantes de Whitman.

Israel Adrianzen dijo...

Me gustaría aportar una traducción que es mas de mi agrado pues, aunque no mantiene el mismo ritmo y sonoridad del original en inglés, a mi parecer mantiene la fidelidad que desea transmitir en el texto original.

Oh Capitán! mi Capitán! nuestro terrible viaje ha terminado,
la nave ha sorteado todos los escollos, hemos obtenido el premio que anhelábamos,
el puerto está cerca, oigo las campanas, la gente toda jubilosa,
mientras sus miradas siguen la firme quilla, el navío imponente y osado.
Mas, Oh, corazón! corazón! corazón!
Oh, las sangrantes gotas carmesí
sobre el puente, donde mi Capitán yace,
caído, frío y muerto!.
Oh, Capitán! mi Capitán! levántate y escucha las campanas;
Levántate, por tí se ha derribado la bandera, por tí suena el clarín,
por tí los ramilletes y coronas con cintas, por tí las rebosantes riberas
a tí te llaman las oscilantes muchedumbres volviendo sus anhelantes rostros.
Vamos Capitán, querido padre!
El brazo bajo tu cabeza!
Tan sólo es un sueño que sobre el puente,
hayas caído, frío y muerto.
Mi Capitán no contesta, sus labios están pálidos e inmóviles,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
el navío está anclado sano y salvo, su viaje cerrado y terminado.
del terrible viaje el navío victorioso regresa con su objetivo cumplido.
Regocijaos riberas, y tañed campanas!
que yo, con afligidos pasos,
recorro el puente donde mi Capitán yace,
caído, frío y muerto