lunes, enero 28, 2008

Poemas de Amor: "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" poema 8 - Pablo Neruda

Continuando con la serie de poemas de Pablo Neruda que os venimos trayendo, y que llevan por título "20 Poemas de Amor y una canción desesperada", hoy os dejamos con el octavo de la serie, lleno como siempre de palabras dulces y amargas, de miradas y ternuras, de proximidad y lejanía.

Un bello libro que conmueve y apasiona.




"Veinte poemas de amor

y una canción desesperada"

Poema 8

Abeja blanca zumbas -ebria de miel- en mi alma
y te tuerces en lentas espirales de humo.

Soy el desesperado, la palabra sin ecos,
el que lo perdió todo, y el que todo lo tuvo.

Última amarra, cruje en ti mi ansiedad última.
En mi tierra desierta eres la última rosa.

Ah silenciosa !

Cierra tus ojos profundos. Allí aletea la noche.
Ah desnuda tu cuerpo de estatua temerosa.

Tienes ojos profundos donde la noche alea.
Frescos brazos de flor y regazo de rosa.

Se parecen tus senos a los caracoles blancos.
Ha venido a dormirse en tu vientre una mariposa de sombra.

Ah silenciosa !

He aquí la soledad de donde estás ausente.
Llueve. El viento del mar caza errantes gaviotas.

El agua anda descalza por las calles mojadas.
De aquel árbol se quejan, como enfermos, las hojas.

Abeja blanca, ausente, aún zumbas en mi alma.
Revives en el tiempo, delgada y silenciosa.

Ah silenciosa !

Pablo Neruda


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domingo, enero 27, 2008

Abanico - Gerardo Diego

¿Y que decir de Gerardo Diego? Os traigo un poema, muy sencillo, muy corto, pero lleno de fuerza, completo de mensaje y expresividad.

No hace falta llenar el papel para comunicar algo y nuestro querido Gerardo Diego lo demuestra una vez más.





Abanico

El vals llora en mi ojal.
Silencio.

En mi hombro se ha posado el sueño
y es del mismo temblor que sus cabellos.

Gerardo Diego



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sábado, enero 26, 2008

"Acabar con todo" - Octavio Paz

De nuevo os traigo un poema de Octavio Paz, este grandísimo poeta mexicano que con tanta viveza nos describe en sus versos.

En esta ocasión es puro fuego, es pura energía repartida sin mesura, una sucesión de volcanes de palabras al rojo vivo. Disfrutadlos.




Acabar con todo

Dame, llama invisible, espada fría,
tu persistente cólera,
para acabar con todo,
oh mundo seco,
oh mundo desangrado,
para acabar con todo.

Arde, sombrío, arde sin llamas,
apagado y ardiente,
ceniza y piedra viva,
desierto sin orillas.

Arde en el vasto cielo, laja y nube,
bajo la ciega luz que se desploma
entre estériles peñas.

Arde en la soledad que nos deshace,
tierra de piedra ardiente,
de raíces heladas y sedientas.

Arde, furor oculto,
ceniza que enloquece,
arde invisible, arde
como el mar impotente engendra nubes,
olas como el rencor y espumas pétreas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
arde dentro del aire hueco,
horno invisible y puro;
arde como arde el tiempo,
como camina el tiempo entre la muerte,
con sus mismas pisadas y su aliento;
arde como la soledad que te devora,
arde en ti mismo, ardor sin llama,
soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
oh mundo seco,
para acabar con todo
.

Octavio Paz


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jueves, enero 24, 2008

La niña va por mi frente - Federico García Lorca

Hacía tiempo que no traía un poema de Federico García Lorca, y eso no puede ser, ya que es uno de los máximos exponentes de la poesía española, y ademas, como ya sabéis, uno de mis poetas predilectos.

Su verbo, su baile de calificativos, su arboleda de versos que se desplazan como violines llenos de dulzura, me hacen vibrar como pocos. Os dejo un poema poco conocido pero precioso sin duda.



La niña va por mi frente


¡Oh, qué antiguo sentimiento!

¿De qué me sirve, pregunto,
la tinta, el papel y el verso?

Carne tuya me parece,
rojo lirio, junco fresco.
Morena de luna llena.
¿Qué quieres de mi deseo?

Por las orillas del río
se está la noche mojando
y en los pechos de Lolita
se mueren de amor los ramos.

Se mueren de amor los ramos.

La noche canta desnuda
sobre los puentes de marzo.
Lolita lava su cuerpo
con agua salobre y nardos.

Se mueren de amor los ramos.

La noche de anís y plata
relumbra por los tejados.
Plata de arroyos y espejos.
Anís de tus muslos blancos.

Se mueren de amor los ramos.

Federico García Lorca



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miércoles, enero 16, 2008

Balada - Gabriela Mistral

Después de mucho tiempo, volvemos a traeros un poema de Gabriela Mistral que endulce de pasión las páginas de este blog y las amargue con la desazón de la infidelidad descubierta que reflejan sus versos.

Pasión de Amor una vez más, el tema más concurrido en la poesía a lo largo de los tiempos pero tan distante en las formas de transmitírnoslo que siempre es distinta al escuchar a unos poetas u otros. Disfrutadlo.




Balada

Él pasó con otra;
yo le vi pasar.
Siempre dulce el viento
y el camino en paz.
¡Y estos ojos míseros
le vieron pasar!

Él va amando a otra
por la tierra en flor.
Ha abierto el espino;
pasa una canción.
¡Y él va amando a otra
por la tierra en flor!

El besó a la otra
a orillas del mar;
resbaló en las olas
la luna de azahar.
¡Y no untó mi sangre
la extensión del mar!

El irá con otra
por la eternidad.
Habrá
cielos dulces.
(Dios quiera callar.)
¡Y él irá con otra
por la eternidad!

Gabriela Mistral


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lunes, enero 14, 2008

Poemas de Amor: "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" poema 7 - Pablo Neruda

Hoy seguimos con el séptimo poema de la serie del libro de Pablo Neruda "20 Poemas de Amor y una canción desesperada" que de forma tan dulce presenta una pasión serena y firme y con su habitual lenguaje que emociona hasta lo más íntimo.



"Veinte poemas de amor

y una canción desesperada"

Poema 7


Inclinado en las tardes tiro mis tristes redes
a tus ojos oceánicos.

Allí se estira y arde en la más alta hoguera
mi soledad que da vueltas los brazos como un náufrago.

Hago rojas señales sobre tus ojos ausentes
que olean como el mar a la orilla de un faro.

Sólo guardas tinieblas, hembra distante y mía,
de tu mirada emerge a veces la costa del espanto.

Inclinado en las tardes echo mis tristes redes
a ese mar que sacude tus ojos oceánicos.

Los pájaros nocturnos picotean las primeras estrellas
que centellean como mi alma cuando te amo.

Galopa la noche en su yegua sombría
desparramando espigas azules sobre el campo.

Pablo Neruda


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sábado, enero 12, 2008

"A mano amada" - Angel González

Hoy es un día triste, muy triste, para esta Ciudad de la Poesía, ya que se ha marchado un gran poeta contemporáneo al que no nos había dado tiempo a traer por priorizar con otros más clásicos.

Angel González, ese poeta asturiano, que con la ternura de una pluma de ganso, acariciaba el papel sembrando la dulzura de sus versos y llenado de cariño y tinta su virginal estampa.

Se ha ido pero nunca se marchará, pues como todos los grandes, ha conseguido vivir y trascender a su tiempo y acompañará nuestras soledades recitándonos sus versos una y otra vez hasta que la sencillez nos embriague.




A mano amada


A mano amada,
cuando la noche impone su costumbre de insomnio
y convierte
cada minuto en el aniversario
de todos los sucesos de una vida;

allí,
en la esquina más negra del desamparo, donde
el nunca y el ayer trazan su cruz de sombras,

los recuerdos me asaltan.

Unos empuñan tu mirada verde,
otros
apoyan en mi espalda
el alma blanca de un lejano sueño,
y con voz inaudible,
con implacables labios silenciosos,
¡el olvido o la vida!,
me reclaman.

Reconozco los rostros.
No hurto el cuerpo.

Cierro los ojos para ver
y siento
que me apuñalan fría,
justamente,
con ese hierro viejo:
la memoria.



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viernes, enero 11, 2008

La rueda de los cielos... - Omar Khayyam

Hace mucho que no traíamos a este genial poeta, Omar Khayyam, pero es hora de que volvamos a escuchar sus versos, que nos dejemos seducir por la tierna y romántica poesía con que viste las palabras.

Os dejo este poema de amor, sensible y apasionado que transmite la fuerza de quien ama con verdadera nitidez.




La rueda de los cielos...

La rueda de los cielos rauda gira
aun después de mi muerte y de la tuya;
y porque nuestra pena no concluya,
contra tu alma y mi alma ella conspira.

Ven sobre el verde césped, dulce Amor,
reposa en mí tu frente pensativa;
sólo nos resta una hora fugitiva
de descansar sobre esta hierba en flor.

Después... vendrá otra hierba aún más fresca
del suelo que de amor se fertiliza,
cuando de tu ceniza y mi ceniza
la nueva savia en su eclosión florezca.

Omar Khayyam


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jueves, enero 10, 2008

Poemas de Amor: "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" poema 6 - Pablo Neruda

Sexto poema de la secuencia que da origen al libro del mismo nombre, "20 poemas de Amor y una canción desesperada".

Una gran libro y una serie de 20 poemas que no tienen desperdicio, hay que aislarse del mundo para disfrutar de su lectura y dejarse seducir de su lenguaje, de sus escarceos de amor y sentirse imbuido por sus versos.



"Veinte poemas de amor y una canción desesperada"

Poema 6

Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.

Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.

Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.

Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.

Pablo Neruda


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miércoles, enero 09, 2008

Cosmos - Walt Whitman

De nuevo volvemos a traeros un poema de nuestro querido Walt Whitman en el que una vez más nos refleja con pasión su forma de entender la vida, la naturaleza, el mundo o el cosmos.

es una forma tan personal de describir todo lo que ocurre, que sin duda es mejor callar y escucharle.





Cosmos

" Quién contiene a la diversidad y es la Naturaleza
quién es la amplitud de la tierra y la rudeza y sexualidad de la tierra
y la gran caridad de la tierra, y también el equilibrio
quién no ha dirigido en vano su mirada por las ventanas de los ojos
o cuyo cerebro no ha dado en vano audiencia a sus mensajeros
quién contiene a los creyentes y a los incrédulos
quién es el amante más majestuoso
quién, hombre o mujer, posee debidamente su trinidad de realismo
de espiritualidad y de lo estético o intelectual
quién después de haber considerado su cuerpo
encuentra que todos sus órganos y sus partes son buenos
quién, hombre o mujer, con la teoría de la tierra y de su cuerpo
comprende por sutiles analogías todas las otras teorías
la teoría de una ciudad, de un poema
y de la vasta política de los Estados
quién cree no sólo en nuestro globo con su sol y su luna
sino en los otros globos con sus soles y sus lunas
quién hombre o mujer, al construir su casa
no para un día sino para la eternidad
ve a las razas, épocas, efemérides, generaciones.
El pasado, el futuro, morar allí, como el espacio
indisolublemente juntos. "

Walt Whitman


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jueves, enero 03, 2008

Pena bienhallada - Miguel Hernández

Hace tiempo que declaré públicamente mi pasión por la poesía de Miguel Hernández con lo que ya me evito dos cosas, la primer el volver a explicarlo y la segunda el ser comedido para que no se me note. Me gusta que se sepa y me enorgullezco de ello.

Y es que para mi, Miguel Hernández tiene esa magia en las palabras que sus versos brillan en la soledad de los silencios creando una armonía como pocos saben hacerlo, y da igual de lo que hable, sus poemas son entidades con personalidad y elegancia.



Pena bienhallada

Ojinegra la oliva en tu mirada,
boquitierna la tórtola en tu risa,
en tu amor pechiabierta la granada,
barbioscura en tu frente nieve y brisa.

Rostriazul el clavel sobre tu vena,
malherido el jazmín desde tu planta,
cejijunta en tu cara la azucena,
dulciamarga la voz en tu garganta.

Boquitierna, ojinegra, pechiabierta,
rostriazul, barbioscura, malherida,
cejijunta te quiero y dulciamarga.

Semiciego por ti llego a tu puerta,
boquiabierta la llaga de mi vida,
y agriendulzo la pena que la embarga.

Miguel Hernández


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miércoles, enero 02, 2008

Poemas de Amor: "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" poema 5 - Pablo Neruda

Una vez más Neruda nos visita, en esta ocasión con el quinto poema de los veinte que hacen este maravilloso libro "20 poemas de Amor y una canción desesperada", en el que las palabras toman el papel principal de estos preciosos versos.




"Veinte poemas de amor y una canción desesperada"

Poema 5

Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.

Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.

Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.

Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban.

Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.

Pablo Neruda


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